Con 1.200 habitantes y 27 Juntas Vecinales, el municipio cántabro de Soba ha ganado el Premio Eolo a la Integración Rural de la Eólica. Pero ¿por qué esta localidad ha sido merecedora de este galardón? ¿cómo y desde cuándo convive con la energía eólica? ¿en qué ha mejorado la vida de sus vecinos?
Hace unos días, Vientos de Futuro estuvo presente en la entrega de los Premios Eolo que organiza la Asociación Empresarial Eólica (AEE) para reconocer y visibilizar el trabajo de empresas, administraciones y personas a favor del desarrollo de la energía eólica en nuestro país.
En esta Gala Eólica pudimos conocer a Julián José Fuentecilla, alcalde de Soba, localidad cántabra ganadora este año del Premio Eolo a la Integración Rural de la Eólica, un galardón más que merecido por muchas razones que ahora os vamos a detallar.
En el universo ganadero, la eólica sopla con fuerza
En el municipio de Soba viven cerca de 1.200 personas, agrupadas en 27 juntas vecinales que disfrutan de un entorno geográfico de excepción, como es el valle del mismo nombre.
Soba es el tercer municipio cántabro por extensión (214 kilómetros cuadrados) y cuenta además con la mayor cabaña ganadera de Cantabria, con unas 12.000 cabezas de bovino, equino y ovino. Es una actividad tradicional que la llegada de los molinos de viento no ha perjudicado, sino todo lo contrario.
Fue en el año 2000 cuando se inició el proyecto del que sería el actual Parque eólico de Cañoneras, que finalmente se puso en marcha en 2007. Los 38 aerogeneradores de Cañoneras producen un total de 33 MW, capacidad que pronto se verá aumentada por la llegada de un segundo parque. Actualmente, sigue siendo el primero y único parque eólico de la Comunidad de Cantabria.
Precisamente, en estos días se ha aprobado también la Declaración de Impacto Ambiental, el paso más importante para la autorización del nuevo Parque de Zalama. Cuando inicie su actividad, producirá unos 22,5 MW con tan solo ocho aerogeneradores, pertenecientes a una nueva generación de molinos eólicos más potentes y eficientes.
“Este avance tecnológico de aerogeneradores también se notará en el actual Parque de Cañoneras, porque los sustituiremos por otros más grandes y potentes que permitirán mantener la producción de energía, pero con muchos menos generadores. Pasaremos de los 38 actuales a solo una docena, aproximadamente”, nos explica Julián José Fuentecilla.
El alcalde de Soba destaca que los recursos económicos que el municipio obtiene gracias a la energía eólica —derivados del Impuesto de Bienes Inmuebles, Impuesto de Actividades Económicas y del canon de aprovechamiento— suponen para el pueblo unos 320.000 euros anuales, aproximadamente. Fondos que han sido de gran ayuda para acometer todo tipo de obras. “Mejora de las redes de agua, pavimentación de las calles, caminos públicos, centros socioculturales…”, enumera el regidor.

Compatibilidad con otros usos
Gracias a este tipo de trabajos ha sido posible el mantenimiento de la ganadería de Soba, asegura Fuentecilla: “Los caminos de acceso y las redes para el abastecimiento de agua son infraestructuras fundamentales para el sustento de la ganadería y la lucha contra la despobolación. Sin esta importante mejora de las redes de agua no tendríamos la cabaña ganadera tan moderna que actualmente tenemos en Soba”.
Ocho de estas ganaderías están robotizadas —y otras tanto lo estarán en un futuro cercano—. lo que permite optimizar la producción y mejora las condiciones de vida de los propios ganaderos.
El aporte económico del parque de Cañoneras también ha contribuido de forma evidente al auge del turismo que está experimentando la zona. “Tenemos el Parque Natural Collados del Asón, situado íntegramente dentro del municipio, que nos aporta unos recursos paisajísticos extraordinarios. También contamos con una red de miradores y con pueblos muy bonitos, en los que resalta la arquitectura típica de la zona”.
Son pueblos que, además, muestran un aspecto limpio y cuidado, con modernas infraestructuras, parques púbicos y centros socioculturales y otro tipo de dotaciones que facilitan la vida a sus habitantes.
Esta apuesta por el turismo se verá reforzada próximamente por uno de los proyectos estrella de Soba en estos momentos: una espectacular tirolina de medio kilómetro que cruzará por encima del río Gándara y de un barranco de más de 100 metros. “La obra ya está en marcha y será realidad en unos dos meses. Pensamos que va a suponer una dinamización extraordinaria para el municipio”, asegura el alcalde.
Cuando ya esté operativo el segundo parque, se aprovechará la nueva inyección económica que traerá consigo para impulsar otras obras pendientes. Fuentecilla apunta a un edificio centenario de carácter monumental en la pedanía de San Pedro de Soba, que acogió las antiguas escuelas públicas del lugar. La idea es rehabilitarlo y darle algún tipo de uso, igualmente relacionado con el deporte y el turismo de montaña.

Ganan todos
Para el alcalde de Soba lo realmente importante de este Premio Eolo es que se está reconociendo “algo que ha sido muy positivo para nuestro pueblo”, afirma. “La eólica ha sido muy buena para el ayuntamiento, pero también para la economía del país y para la propia empresa operadora de la planta, que está creando actividad económica y pagando impuestos que al final sirven para muchas cosas, por no hablar de la contribución a la lucha contra la contaminación y el cambio climático, que igualmente son cuestiones fundamentales”, concluye Fuentecilla.
Esto es quizá lo más importante de la existencia de iniciativas como los Premios Eolo, que ayudan a mostrar, a través de ejemplos tan claros y concretos como los de Soba, lo mucho que puede contribuir la energía eólica al desarrollo territorial y la prosperidad económica de las comunidades en las que tiene presencia.
Si quieres visitar Soba
Este municipio forma parte de los territorios occidentales de Cantabria. Linda con las provincias de Burgos y Vizcaya y es una zona montañosa donde el Valle de Soba se abre para acoger a unos 1.200 habitantes en una veintena de pueblecitos (la localidad de Veguilla es la capital de la comarca). Posiblemente, el lugar más espectacular sea el Mirador de los Collados del Asón, donde veremos el nacimiento de este río con una cascada de más de 50 metros de altura. Tampoco dejes de caminar por sus muchos bosques de hayas, robles y encinas.